El presidente de Estados Unidos, Donald Trump eleva los aranceles a China con efecto inmediato, que pasarán del 104% al 125%, como parte de su política de presión económica. Esta medida, acompañada por declaraciones fuertes y una estrategia de represalias, marca un nuevo capítulo en la disputa comercial entre las dos mayores economías del mundo.

Trump acusa a China de “falta de respeto” a los mercados
A través de su red social Truth Social, Trump justificó la decisión al señalar que China ha mostrado “falta de respeto” hacia los mercados internacionales y hacia Estados Unidos. El mandatario afirmó que esta etapa de concesiones terminó:
“En algún momento, ojalá en un futuro cercano, China se dará cuenta de que la época en que estafaba a Estados Unidos y a otros países ya no es sostenible ni aceptable.”
La declaración coincide con la entrada en vigor de nuevas tarifas bajo el marco de los llamados “aranceles recíprocos”, anunciadas previamente el 2 de abril.
Nuevos aranceles: del 104% al 125%
Antes del nuevo anuncio, las importaciones chinas ya enfrentaban una carga del 104%, que incluía un castigo adicional del 50% anunciado días atrás. Con el aumento actual, las importaciones provenientes de China estarán sujetas a un total del 125% de aranceles, una cifra sin precedentes.
Además de China, Estados Unidos también impuso un arancel del 20% a productos provenientes de la Unión Europea (UE), lo que demuestra una estrategia comercial más amplia y agresiva por parte de la administración Trump.
Las respuestas de China: represalias inmediatas
La respuesta de China no se hizo esperar. El mismo miércoles, Beijing activó medidas recíprocas que elevan los aranceles a productos estadounidenses hasta el 104%, igualando el nivel anterior a la nueva escalada.
Un portavoz del gobierno chino afirmó que el país tiene una “voluntad firme” y “recursos abundantes” para hacer frente a estas nuevas medidas. Además, acusaron formalmente a Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) de violar las normas del comercio internacional.
“Estados Unidos está debilitando el sistema multilateral de comercio con sus llamados aranceles recíprocos”, señalaron las autoridades chinas.
Las posturas de la Casa Blanca y del entorno republicano
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reafirmó el respaldo del gobierno a la medida arancelaria con una frase que resume la visión de Trump:
“Cuando alguien golpea a Estados Unidos, el presidente Trump responde más fuerte”.
El Partido Republicano ha mostrado en gran parte su apoyo, aunque ciertos sectores empresariales conservadores han expresado preocupación por posibles aumentos de precios en bienes de consumo y por el impacto que podría tener en la inflación.
Excepciones estratégicas: una pausa de 90 días
En medio del endurecimiento de los aranceles, Trump también anunció una pausa de 90 días en la aplicación de tarifas a los países que no han tomado represalias contra Estados Unidos. Esta pausa incluye una reducción temporal del 10% en los aranceles recíprocos, medida que, según el mandatario, responde a solicitudes de más de 75 países interesados en negociar.
Este gesto busca mantener canales diplomáticos abiertos mientras se intensifica la presión sobre las principales potencias comerciales rivales.
¿Qué implicaciones tiene esta medida?
El incremento al 125% podría tener consecuencias importantes:
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Consumidores estadounidenses enfrentarán precios más altos en productos como tecnología, textiles y manufactura.
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Las cadenas de suministro globales podrían verse afectadas por la incertidumbre y la reconfiguración de rutas comerciales.
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Mercados financieros ya han comenzado a mostrar volatilidad ante el endurecimiento de las políticas comerciales.
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Otros países podrían verse obligados a posicionarse, lo que podría generar una nueva red de alianzas o conflictos comerciales.
Trump eleva los aranceles a China a 125% marcando una nueva fase de confrontación directa entre Estados Unidos y el gigante asiático. Aunque algunos lo ven como una estrategia de defensa económica, las consecuencias de este endurecimiento ya están provocando respuestas inmediatas y podrían tener efectos a largo plazo sobre la economía global.