El Caribe mexicano continúa afianzándose como uno de los destinos predilectos a nivel internacional. Así lo indicó Expedia Group durante el Summit AFEET Trends realizado en Cancún, revelando que esta región se encuentra dentro del top 10 de lugares más buscados por turistas estadounidenses. En el evento, Carrie Wilder, directora senior de Expedia para Centroamérica y el Caribe, compartió que esta tendencia de crecimiento se mantendrá constante en los próximos años, lo cual representa una gran oportunidad para el sector turístico.
El impacto del Caribe mexicano en las búsquedas globales
El índice del Viajero 2025 —elaborado por Expedia tras encuestar a 11 mil personas de 11 países— confirmó que el Caribe mexicano sigue siendo un imán para los viajeros internacionales, especialmente para quienes buscan paquetes vacacionales accesibles. El precio continúa siendo el factor decisivo a la hora de elegir un destino, lo que convierte a Quintana Roo en una región estratégica por su capacidad hotelera y diversidad de opciones.
Viajeros canadienses y asiáticos apuntan a Quintana Roo
El crecimiento atípico de turistas canadienses rumbo a México también ha sido notorio. Según Wilder, este comportamiento es una respuesta al rechazo hacia las políticas arancelarias del expresidente Donald Trump. En este sentido, instó a las autoridades y al sector hotelero a aprovechar el momento para desarrollar campañas que capitalicen la llegada de este flujo turístico.
Además, se proyecta que el turismo chino tendrá un aumento exponencial. De acuerdo con los datos compartidos por Expedia, la clase media china alcanzará los 350 millones de personas con capacidad de viajar internacionalmente para el año 2030, lo que abre una ventana de oportunidad para adaptar servicios y promoción en esa dirección.
Retos y oportunidades para el Caribe mexicano
El Caribe mexicano deberá prepararse para atender nuevas demandas turísticas que no solo provienen del continente americano, sino también de Asia y Europa. Con una correcta estrategia de posicionamiento y adaptación cultural, el destino podría consolidarse como un epicentro global del turismo en la próxima década.
La clave está en ofrecer precios competitivos, infraestructura de calidad y experiencias culturales únicas. Mientras el interés siga creciendo, también lo harán las exigencias del mercado.