Política
Ausencia de la Presidenta y legisladores marca el último informe de Norma Piña
La última rendición de cuentas de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, estuvo marcada por la ausencia de los principales representantes de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, y por un discurso que subrayó los ataques a la independencia judicial.
En un acto republicano que suele contar con la presencia de figuras clave del gobierno, la ceremonia estuvo notoriamente desairada por los titulares de los poderes Ejecutivo y Legislativo. En representación de la presidenta Claudia Sheinbaum, asistió César Yáñez, subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, mientras que los presidentes de las cámaras de Diputados y Senadores, Sergio Gutiérrez Luna y Gerardo Fernández Noroña respectivamente, tampoco estuvieron presentes.
Este contraste resultó evidente al compararse con el informe del año pasado, cuando, a pesar de las tensiones entre la Suprema Corte y el Ejecutivo, asistieron figuras como la entonces secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, y la presidenta de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra.
Durante su intervención, Norma Piña, quien está a punto de concluir su mandato en agosto debido a la renovación del pleno, dedicó buena parte de su discurso a abordar lo que calificó como una campaña de desprestigio y amenazas hacia la judicatura federal. La ministra señaló que estos ataques han sido una respuesta directa a las decisiones judiciales que han ido en contra de los intereses del gobierno y del partido en el poder.
“La judicatura ha sido atacada, amenazada y desprestigiada por actuar como tribunales independientes”, afirmó Piña.
Subrayó que estas acciones se intensificaron en momentos clave, como la declaración de inconstitucionalidad del decreto que buscaba transferir la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, y el rechazo al decreto que pretendía clasificar como de seguridad nacional todos los proyectos prioritarios del expresidente López Obrador.
En su discurso, Piña destacó que las críticas hacia la Suprema Corte aumentaron cuando los ministros que votaron en contra de decisiones percibidas como parte de un proyecto político dominante fueron acusados de traición y corrupción. “Nos llamaron ‘traidores al pueblo’ simplemente por ejercer nuestra función jurisdiccional de manera legítima e independiente”, expresó con firmeza.
La ministra también respondió a las críticas sobre el alto número de personas en prisión preventiva sin sentencia, señalando que es el propio gobierno el que ha promovido esta medida más que en cualquier otro periodo de la historia reciente del país. “¿No es esto precisamente lo que ocasiona, en gran medida, la prisión preventiva oficiosa?”, cuestionó.
A diferencia de informes anteriores, este último evento no centró su atención en cifras sobre casos resueltos, sino en un mensaje enfocado en la defensa de la independencia judicial y el papel de la Suprema Corte en un entorno político cada vez más polarizado.
Con este acto, Norma Piña concluye su gestión al frente de la Suprema Corte, dejando como legado un periodo marcado por tensiones entre los poderes del Estado y una firme defensa de la autonomía del Poder Judicial. A medida que se aproxima la renovación del pleno, el futuro del máximo tribunal de México se presenta incierto, con retos significativos en el horizonte.
Te puede interesar: