El lanzador japonés Yoshinobu Yamamoto lidera el segundo triunfo de los Dodgers sobre los Yankees, acercándolos al título de la MLB.
En un emocionante Juego 2 de la Serie Mundial, Yoshinobu Yamamoto, el pitcher con el contrato más alto en la historia de las Grandes Ligas, demostró su valía al permitir solo un hit en 6.1 entradas, guiando a los Dodgers de Los Ángeles a una victoria de 4-2 sobre los Yankees de Nueva York. Esta victoria coloca a los Dodgers a la mitad del camino para conquistar el campeonato de la MLB, acercándolos a su segundo título en cinco años.
Durante el receso invernal, los Dodgers invirtieron más de mil millones de dólares en los contratos de dos astros japoneses, Yamamoto y Shohei Ohtani. Si bien Ohtani atrajo los reflectores con su contrato de 700 millones, Yamamoto también hizo historia al asegurar un acuerdo de 325 millones. La inversión en ambos jugadores ha sido clave para el equipo angelino, que aspira a obtener su primer título en una temporada completa desde 1988.
Yamamoto se convirtió en apenas el segundo lanzador de los Dodgers en la historia en lanzar al menos seis entradas permitiendo solo un hit en un juego de Serie Mundial, una hazaña que solo había logrado Rich Hill en 2018. Este logro reafirma su posición como uno de los pitchers más efectivos en este momento crucial.
Las estadísticas favorecen a los Dodgers: en el 84 % de las ocasiones, los equipos que logran una ventaja de 2-0 en la Serie Mundial terminan llevándose el título. A pesar de este margen alentador, los Yankees intentarán remontar en su casa, buscando una proeza similar a la de 1996, cuando lograron revertir un 2-0 en contra ante los Braves para llevarse la serie.
El juego comenzó con un jonrón en solitario de Tommy Edman en la segunda entrada, poniendo a los Dodgers adelante. Luego, en el tercer episodio, Juan Soto, buscando asegurar su futuro contrato de 600 millones de dólares, empató el marcador con otro jonrón. Sin embargo, Teoscar Hernández y Freddie Freeman respondieron de inmediato con cuadrangulares consecutivos, permitiéndole a Yamamoto tener el respaldo necesario para controlar el partido frente a los 52,725 espectadores que se dieron cita.
Aunque los Yankees intentaron reaccionar en el noveno inning, logrando una segunda carrera gracias a Giancarlo Stanton, el esfuerzo no fue suficiente. Con las bases llenas y José Treviño en la caja de bateo como emergente, un elevado al jardín central puso fin a las esperanzas neoyorquinas y selló el triunfo de los Dodgers.
Ahora, con la serie trasladándose a Nueva York, los Dodgers tienen en sus manos la oportunidad de acercarse aún más a la corona, mientras que los Yankees buscarán un regreso memorable en casa.
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