Gobierno de Cuba extiende la suspensión de actividades no esenciales para centrarse en la recuperación tras tormenta y apagón

Las autoridades cubanas prolongan hasta el domingo la suspensión de labores estatales y educativas no esenciales, enfocándose en la recuperación tras el colapso energético y los daños causados por la tormenta tropical “Oscar”.

El gobierno de Cuba ha decidido extender, por segunda ocasión, la suspensión de todas las actividades laborales y educativas no esenciales hasta el próximo domingo, con el fin de continuar los esfuerzos de recuperación tras el apagón generalizado que afectó al país y el paso de la tormenta tropical “Oscar”. Esta medida, que busca restablecer los servicios esenciales y reparar los daños ocasionados, fue anunciada por el Ejecutivo el pasado jueves, justo un día antes del colapso del Sistema Energético Nacional (SEN), y tres días antes de que “Oscar” tocara tierra en el noreste de la isla.

El pasado domingo, el gobierno ya había ampliado una primera vez la suspensión hasta este miércoles, sin embargo, las labores de recuperación aún no han concluido, lo que llevó a extender nuevamente el plazo. Según un comunicado oficial, el principal objetivo es avanzar en la reparación de los estragos causados por la tormenta, que estuvo presente en territorio cubano por más de 24 horas entre el domingo y el lunes, así como en la consolidación del SEN, el cual fue restablecido parcialmente el martes pasado.

“Oscar” llegó a Cuba como un huracán de categoría 1, según la escala Saffir-Simpson, y aunque se degradó a tormenta tropical poco después, sus intensas lluvias y su lento desplazamiento generaron grandes estragos en varias regiones del país. Hasta ahora, se ha reportado la muerte de al menos siete personas, miles de evacuados, y más de un millar de viviendas dañadas. Además, las afectaciones se han extendido a infraestructuras clave, como el sistema de telecomunicaciones, el suministro de electricidad y el sector agrícola, cuyos daños aún están siendo evaluados.

El colapso total del Sistema Energético Nacional se produjo el viernes, como consecuencia de una falla en una de las principales centrales termoeléctricas del país. A pesar de varios intentos de restablecer el servicio que resultaron en nuevas interrupciones, el SEN volvió a estar operativo el martes. Sin embargo, amplias zonas rurales, especialmente en el oriente cubano, siguen sin electricidad, y la limitada capacidad de generación energética continúa siendo un problema persistente en la isla.

Cabe destacar que, en los días previos al colapso total del sistema, el país ya había alcanzado un nivel crítico de afectación eléctrica, con una tasa de cobertura que superó el 50%, lo que significa que, en momentos de alta demanda, más de la mitad del territorio cubano estaba sin corriente eléctrica de manera simultánea.

La crisis energética que atraviesa Cuba no es reciente, pero se ha intensificado en las últimas semanas debido a la escasez de combustible, provocada por la falta de divisas para su importación, y las constantes averías en sus envejecidas plantas termoeléctricas, que llevan más de 40 años en operación sin las inversiones necesarias para su modernización. La situación energética se ha vuelto crónica, afectando el día a día de los cubanos y complicando los esfuerzos por normalizar las actividades en la isla.

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