Política
INE permite voto en prisión en penales de alta conflictividad
El Instituto Nacional Electoral (INE) inicia el proceso de voto en prisión este lunes 6 de mayo, permitiendo que las personas en prisión preventiva ejerzan su derecho al sufragio en un contexto de alta conflictividad en algunos penales.
El INE ha dado inicio a un histórico proceso electoral que permitirá que personas en prisión preventiva, sin sentencia, ejerzan su derecho al voto desde este lunes 6 hasta el próximo 20 de mayo. Este proceso, que abarca un total de 30,391 personas, marca un hito en la democracia mexicana al incluir a un sector de la población hasta ahora excluido de los procesos electorales.
A pesar de los desafíos logísticos y de seguridad, el INE ha obtenido permiso para llevar a cabo el voto en 215 penales federales y estatales. Sin embargo, en 65 cárceles, las autoridades estatales no pudieron garantizar la seguridad del personal electoral o la infraestructura adecuada para las mesas de votación, lo que llevó a la exclusión de estos penales del proceso electoral.
Entre los penales autorizados se encuentran algunos considerados focos rojos en el sistema penitenciario, como El Altiplano, conocido por albergar a delincuentes de alta peligrosidad. A pesar de los riesgos, el INE busca maximizar los derechos de las personas en prisión, permitiendo que ejerzan su derecho al voto en igualdad de condiciones.
Sin embargo, algunos penales autorizados presentan antecedentes preocupantes de violencia y corrupción. Por ejemplo, el Centro Penitenciario Aguaruto en Culiacán, Sinaloa, ha sido escenario de múltiples incidentes, incluyendo recientes riñas y hallazgos de drogas y alcohol. A pesar de estos desafíos, se espera que 170 personas en prisión preventiva emitan su voto en este penal.
Otros penales autorizados, como el Penal de Barrientos en Tlalnepantla de Baz y el Cereso de Acapulco, han sido conocidos por su corrupción y violencia. A pesar de estos antecedentes, se espera que casi mil personas en total voten en estos penales durante el proceso electoral.
A pesar de los desafíos, el INE ha implementado protocolos de seguridad para garantizar un proceso electoral sin incidentes. Se ha previsto un llamado individual de los votantes para evitar aglomeraciones y posibles enfrentamientos. Además, se ha establecido un análisis previo de seguridad en cada penal autorizado para garantizar la integridad de los votantes y del personal electoral.
Este ejercicio democrático marca un avance significativo en la inclusión política de personas en prisión preventiva en México, permitiendo que ejerzan su derecho al voto en un contexto de alta conflictividad y desafíos de seguridad.
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