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Tragedia en el noroeste de China: Un devastador terremoto deja 127 muertos y más de 700 heridos”.
Un fuerte terremoto de magnitud 6,2 sacudió una zona montañosa en el noroeste de China, provocando la destrucción de viviendas, dejando a los habitantes expuestos a temperaturas bajo cero y cobrándose la vida de 127 personas. Este sismo, el más letal en China en nueve años, ha generado una operación de búsqueda y rescate en las provincias de Gansú y Qinghai.
El sismo, que ocurrió justo antes de la medianoche del lunes, ha dejado a más de 700 personas heridas y ha causado daños significativos en viviendas, caminos, y en las redes de luz y comunicaciones en las provincias afectadas. Los equipos de emergencia están movilizados para encontrar a los desaparecidos entre los escombros y lidiar con las consecuencias de un alud de tierra.
Mientras los afectados se preparan para pasar una fría noche invernal en carpas improvisadas en puntos de evacuación, historias personales de pérdida y desesperación emergen. Ma Dongdong, cuya casa fue parcialmente destruida, relató su experiencia de pasar la noche en un campo con su familia, temerosa de las réplicas del temblor y esperando la llegada de mantas y ropa de abrigo.
El epicentro del terremoto, situado en el condado Jishishan de Gansú, a escasos 10 kilómetros de profundidad, ha desencadenado una respuesta urgente por parte de las autoridades. El Centro de Redes Sísmicas de China informa que la magnitud fue de 6,2, mientras que el Servicio Geológico de Estados Unidos la cifra en 5,9.
En medio de la tragedia, las provincias afectadas solicitan ayuda adicional para las labores de búsqueda y rescate. Gansú pide 300 trabajadores más para enfrentar los edificios colapsados, mientras que en Qinghai se reportan 20 desaparecidos en un alud de tierra.
Las cifras oficiales, reportadas por la televisora estatal CCTV, indican 113 muertos y 536 heridos en Gansú, y 13 muertos y 182 heridos en Qinghai. Hasta la mañana siguiente al sismo, se registraron nueve réplicas, la mayor de ellas con una magnitud de 4,1.
Este desastre natural se ha sentido en gran parte de la región, afectando incluso la capital de Gansú, Lanzhou. Imágenes y videos compartidos por estudiantes muestran escenas de pánico mientras abandonan edificios y se preparan para una inminente noche fría.
Con 127 víctimas fatales, este terremoto se convierte en el más letal en China desde 2014, cuando un sismo en Yunnan dejó 617 muertos. Remonta también a la memoria el devastador terremoto de 2008 en Sichuan, con una magnitud de 7,9, que cobró la vida de 90 mil personas y desencadenó una extensa labor de reconstrucción.
La región afectada, habitada por grupos étnicos de mayoría musulmana y cerca de comunidades tibetanas, enfrenta condiciones climáticas adversas. La respuesta de emergencia incluye el envío de tiendas de campaña, camas plegables y edredones, mientras el presidente chino, Xi Jinping, insta a realizar todos los esfuerzos posibles en las operaciones de búsqueda y rescate. Con temperaturas mínimas entre -15 y -9 grados Celsius, la prioridad es minimizar el número de víctimas en esta tragedia que ha estremecido al noroeste de China.