Taxistas de Quintana Roo exigen un incremento tarifario del 42% por efectos de la inflación

Ante el aumento de los precios de la gasolina y los altos costos de mantenimiento, los taxistas del estado reclaman un ajuste en las tarifas, después de cinco años sin cambios.

Los taxistas de Quintana Roo han intensificado su demanda de un incremento en las tarifas del servicio de transporte. Inicialmente, solicitaban un aumento del 30%, pero ahora han elevado su exigencia al 42%, argumentando que la inflación ha disparado el precio de la gasolina y ha encarecido significativamente el mantenimiento de sus vehículos.

En la capital del estado, Chetumal, Julio César Castilla Zapata, líder del Sindicato Único de Choferes de Automóviles de Alquiler (SUCHAA), destacó que el incremento solicitado no solo responde a la subida de los costos operativos, sino también a las exigencias del Instituto de Movilidad de Quintana Roo, que ha ordenado la renovación de unidades en mal estado.

“La falta de utilidades ha impedido que algunos concesionarios puedan actualizar sus vehículos. Por eso es necesario que se apruebe un aumento en las tarifas del servicio”, expresó Castilla Zapata. El dirigente explicó que el último ajuste autorizado fue en 2019 y, desde entonces, han estado solicitando la actualización de los tabuladores, pero sin éxito.

Asimismo, negó que en la capital del estado se estén realizando cobros indebidos por parte de los taxistas, aclarando que el sindicato no ha recibido ninguna queja formal al respecto. Aseguró que los precios siguen siendo los aprobados en 2019, a pesar del creciente costo de la vida.

En Cancún, Rubén Carrillo, otro dirigente del gremio de taxistas, se sumó a las declaraciones, subrayando que la inflación ha afectado las ganancias de los conductores, reduciendo sus ingresos en un 60%. Señaló que la situación es crítica y que es urgente revisar las tarifas de pasaje.

Carrillo también mencionó la problemática de los vehículos Tsuru que siguen en operación, alrededor de 600 unidades, a pesar de que la Ley de Movilidad prohíbe el uso de vehículos con más de 10 años de antigüedad para brindar servicios de transporte público. “Estamos haciendo lo posible por renovar las unidades, pero con una flotilla tan grande y sin un ajuste tarifario que nos permita equilibrar los costos, es complicado cumplir con las exigencias de la ley”, explicó.

Por su parte, Rodrigo Alcázar Urrutia, director del Instituto de Movilidad de Quintana Roo, informó que se está llevando a cabo un estudio por única vez para evaluar la viabilidad de nuevas tarifas para el transporte público en el estado. Este análisis busca dar respuesta a las solicitudes de aumento que han presentado los sindicatos, aunque hasta ahora no se ha realizado un análisis técnico, como lo estipula la Ley de Movilidad vigente.

Los taxistas insisten en que es imprescindible ajustar las tarifas para poder hacer frente a la inflación, modernizar sus vehículos y seguir brindando un servicio adecuado a la comunidad, al tiempo que las autoridades continúan evaluando las posibles soluciones para equilibrar las necesidades del sector y los usuarios.

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