El quarterback de los Kansas City Chiefs reconoce su desempeño y la importancia de mejorar para el futuro
Patrick Mahomes, mariscal de campo de los Kansas City Chiefs, aceptó la responsabilidad por la aplastante derrota de su equipo ante los Philadelphia Eagles por 40-22 en el Super Bowl de 2025, en un partido donde los Chiefs buscaban lograr un tercer título consecutivo, algo que nunca antes se había conseguido en la historia de la NFL.
Mahomes, quien había sido considerado uno de los grandes referentes actuales de la liga, vivió lo que fue probablemente su peor actuación en una postemporada. El quarterback cometió dos intercepciones y fue presionado constantemente, siendo placado en seis ocasiones por la imponente defensa de los Eagles.
“No empezamos como queríamos”, expresó Mahomes, quien no logró anotar en la primera mitad y vio cómo su equipo se fue al descanso con una desventaja de 34-0. En su declaración, asumió toda la culpa por las pérdidas de balón, las cuales considera que fueron clave para que el partido se descontrolara. “Las pérdidas de balón nos lastimaron y yo asumo toda la culpa por eso”, comentó Mahomes, quien reconoció que las intercepciones ofrecieron a los Eagles 14 puntos fáciles, lo que dificultó una remontada en el Super Bowl.
A pesar de los esfuerzos finales de Mahomes, quien sumó 257 yardas aéreas y lanzó tres touchdowns en el tramo final del partido, la remontada no fue suficiente para evitar la derrota. Este revés frena también la oportunidad de Mahomes de acercarse al récord de siete títulos de Super Bowl que ostenta Tom Brady, al cual el quarterback de los Chiefs había mostrado interés en superar.
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“No jugué a mi nivel, especialmente por las dificultades que tuve durante la temporada. Hay cosas que debo mejorar y hoy se mostraron en el escenario más importante”, reflexionó el mariscal de campo. Aseguró que en la temporada baja buscará la manera de ajustar su juego y combatir las tácticas defensivas que le causaron problemas durante el Super Bowl.
Para Mahomes, esta derrota no es solo una amarga experiencia, sino una fuente de motivación para mejorar. “Cada vez que pierdes un Super Bowl es la peor película del mundo. Me quedaré con esto el resto de mi carrera, pero estas son las derrotas que me motivarán a ser aún mejor durante el resto de mi carrera porque solo tienes unas pocas oportunidades para jugar aquí y tienes que aprovecharlas”, comentó al final del encuentro, dejando claro que este revés no definirá su futuro.
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