El acuerdo marca el inicio de un cese al fuego en Gaza y la liberación de rehenes, tras más de un año de enfrentamientos que dejaron miles de víctimas civiles y un territorio devastado.
El miércoles se anunció un acuerdo histórico entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás, poniendo fin a 15 meses de hostilidades que dejaron decenas de miles de muertos en la Franja de Gaza. Este pacto incluye una tregua inmediata y un plan para la liberación de rehenes en manos de Hamás, junto con la entrega de prisioneros palestinos por parte de Israel.
Las negociaciones, que permanecieron estancadas durante meses, tomaron un giro acelerado en los últimos días, coincidiendo con la inminente toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero. Trump, a través de su red Truth Social, celebró el acuerdo afirmando: “Tenemos un acuerdo para la liberación de los rehenes en Medio Oriente. Pronto serán liberados. Gracias”. También aseguró que su gobierno no permitirá que Gaza se convierta en un “santuario terrorista”.
El pacto fue posible gracias a mediaciones lideradas por Qatar, Estados Unidos y Egipto, llevadas a cabo en Doha. La confirmación oficial vino tras reuniones entre el primer ministro catarí y representantes de Hamás e Israel. En Gaza, la noticia fue recibida con júbilo por los residentes, mientras que la comunidad internacional observa con atención los próximos pasos.
Detalles del acuerdo y sus implicaciones
Según fuentes cercanas a las negociaciones, el acuerdo se implementará en dos fases. En la primera, Hamás liberará a 33 rehenes, incluidos mujeres y niños, a cambio de la liberación de mil prisioneros palestinos detenidos por Israel. La segunda fase contempla la entrega de los últimos rehenes, entre ellos soldados y hombres en edad militar, así como los cuerpos de aquellos que fallecieron en cautiverio.
El conflicto, desatado tras el ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, dejó profundas cicatrices. Ese día, comandos islamistas mataron a 1,210 personas, mayoritariamente civiles, y secuestraron a 251, según datos oficiales. En respuesta, Israel lanzó una ofensiva en Gaza que cobró la vida de más de 46,700 personas, en su mayoría civiles, según cifras del Ministerio de Salud gazatí avaladas por la ONU.
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Aunque el alto el fuego representa un alivio para la población de Gaza, el territorio sigue enfrentando una crisis humanitaria severa. Los constantes bombardeos han desplazado a la mayoría de sus 2.4 millones de habitantes, dejando a muchos sin hogar ni acceso a servicios básicos.
Reacciones y desafíos futuros
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, destacó la importancia de este cese al fuego, instando a que se eliminen los obstáculos para la entrega de ayuda humanitaria en Gaza. Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, propuso una fuerza internacional de seguridad y colocar el territorio bajo la administración de la ONU.
Mientras tanto, Israel ha dejado claro que no abandonará Gaza mientras queden rehenes en poder de Hamás, ya sea vivos o muertos. Las tensiones sobre el futuro político del territorio persisten, con Israel rechazando cualquier gestión por parte de Hamás o la Autoridad Palestina, y los palestinos insistiendo en su derecho a la autodeterminación.
A pocos días del regreso de Donald Trump a la presidencia, el conflicto en Gaza sigue siendo un tema central en la política internacional, con el mundo expectante sobre si este acuerdo logrará traer una paz duradera o si solo será un respiro temporal en una región marcada por la violencia.
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