En los últimos cinco años, el impago del Impuesto Predial en Quintana Roo ha experimentado un preocupante aumento, pasando del 26% al 42%, lo que se traduce en una pérdida anual de más de 278 millones de pesos para los ayuntamientos de la región.
Un análisis basado en datos obtenidos a través de solicitudes de Transparencia revela una tendencia preocupante en el estado de Quintana Roo. En el año 2017, se registraban 73,810 predios con adeudos de Impuesto Predial en Benito Juárez, que incluye la ciudad de Cancún. Sin embargo, para el 2022, este número había aumentado significativamente a 112,830 propiedades en mora.
Es importante señalar que Benito Juárez cuenta con un total de 405,000 viviendas regularizadas. De los predios morosos, 2,710 se encuentran en la prestigiosa zona hotelera de Cancún, con deudas que se remontan hasta hace 15 años, acumulando una deuda total de 64 millones de pesos debido a la alta plusvalía de la zona.
Además, existe una cartera vencida adicional de 95 millones de pesos en predios urbanos, suburbanos y rústicos en el resto del municipio de Benito Juárez.
Otro municipio afectado por esta creciente morosidad es Solidaridad, que cuenta con 42,000 propiedades cuyo Impuesto Predial no ha sido abonado, lo que representa una pérdida de casi 67 millones de pesos para el ayuntamiento.
En Chetumal, la capital del estado, 28,000 contribuyentes han dejado de cumplir con sus obligaciones tributarias, lo que equivale a casi el 40% del padrón general que consta de más de 70,000 lotes. Esto ha ocasionado pérdidas de más de 38 millones de pesos para la administración local.
En Bacalar, la morosidad afecta a 2,182 contribuyentes, quienes ahora deben un total de 17 millones de pesos. Los demás municipios de Quintana Roo también se ven afectados por este problema, lo que representa una pérdida millonaria para las arcas municipales.
Los datos muestran que la mayoría de las personas cayó en morosidad a raíz de la pandemia de Covid-19. A pesar de que los gobiernos municipales han implementado campañas de descuentos para alentar a los ciudadanos a regularizar sus pagos, las multas y recargos continúan siendo una barrera para la normalización de la situación financiera de los contribuyentes.