La Fiscalía de Quintana Roo investiga posibles complicidades en la fuga de Gilberto Guzmán de Dios, presunto responsable de graves delitos, mientras revisa videos y reúne testimonios de servidores públicos.
Los esfuerzos para dar con el paradero de Gilberto Guzmán de Dios, quien escapó del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Cancún, se mantienen activos, confirmó el fiscal general del estado, Raciel López Salazar. Según el fiscal, se han obtenido videos que muestran al acusado dirigiéndose hacia la avenida José López Portillo tras abandonar la prisión, lo que desmiente rumores en redes sociales que indicaban que habría muerto dentro del penal.
Hasta la fecha, 22 funcionarios han sido llamados a declarar ante el Ministerio Público como parte de la investigación. Además, elementos de Servicios Periciales colaboran en el análisis de la evidencia recolectada. Los videos de las cámaras de vigilancia tanto del Cereso como del C5 fueron revisados por la Policía Ministerial encargada del caso, permitiendo confirmar que Guzmán de Dios salió del penal y caminó hacia la mencionada avenida, dejando claro que se trata de una fuga.
Raciel López Salazar advirtió que las autoridades están investigando a fondo la posible implicación de cualquier servidor público que hubiera facilitado esta evasión, ya sea por acción u omisión. “Vamos a proceder contra todos aquellos servidores públicos que, de alguna forma, violaron los protocolos establecidos y facilitaron la fuga de este peligroso delincuente”, subrayó el fiscal general.
Gilberto Guzmán de Dios enfrenta cargos graves, siendo el principal sospechoso de la violación y asesinato de un niño de dos años y de causar graves heridas a otro menor de seis años, hijos de su expareja. Fue detenido el pasado 12 de octubre por estos delitos y, tras ser presentado ante un juez en una audiencia de juicios orales, fue vinculado a proceso y se le impuso prisión preventiva por un plazo de dos años.
Sin embargo, después de ser retornado al penal, logró escapar, lo que generó una profunda revisión de las condiciones de seguridad del Cereso. Como consecuencia de esta fuga, el director del centro, Jorge Armando López Rosas, y el coordinador operativo, Sergio Javier Alcalá Encinas, fueron separados de sus cargos mientras las autoridades investigan su posible involucramiento en el incidente.
Ante la fuga, la Fiscalía ha ofrecido una recompensa de 300 mil pesos a quien proporcione información que conduzca a la recaptura de Guzmán de Dios, esperando que la recompensa y la colaboración ciudadana ayuden a ubicarlo prontamente. Mientras tanto, la búsqueda continúa y los operativos de localización siguen desplegados en la ciudad, con la esperanza de evitar que este caso quede impune.
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