Durante el mes de julio de 2023, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) experimentó un aumento del 0.48 por ciento en comparación con el mes anterior. A pesar de este repunte, la inflación anual general se mantuvo en un 4.79 por ciento, por debajo de las estimaciones previas de los analistas económicos.
La trayectoria descendente de la inflación en México continúa marcando pauta. Con seis meses consecutivos de descensos, el índice de precios al consumidor avanza en la dirección de la meta establecida por el Banco de México (Banxico), que apunta a mantenerla en un rango del 3 por ciento, con una variación de +/- 1 punto porcentual. No obstante, se anticipa que esta meta pueda alcanzarse hacia finales del año 2024.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el mismo periodo del año anterior, la inflación mensual fue más alta, alcanzando un 0.74 por ciento, y la inflación anual se ubicó en un elevado 8.15 por ciento. Estos datos contrastan con la tendencia actual de moderación en el aumento de precios.
El índice de precios subyacente, que refleja la dirección general de la inflación a mediano y largo plazo al eliminar los precios más volátiles, aumentó un 0.39 por ciento mensual y un 6.64 por ciento anual. Mientras tanto, el índice de precios no subyacente, que abarca productos genéricos con precios más inestables, experimentó una variación del 0.77 por ciento en términos mensuales y una contracción del 0.67 por ciento en términos anuales.
Dentro del índice subyacente, los precios de las mercancías aumentaron un 0.31 por ciento quincenal, mientras que los precios de los servicios subieron un 0.49 por ciento. Por otro lado, en el índice no subyacente, los precios de los productos agropecuarios tuvieron un crecimiento del 1.90 por ciento mensual, mientras que los precios de los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno descendieron un 0.23 por ciento.
En lo que respecta a los productos específicos, se observaron fluctuaciones en sus precios durante la quincena. El gas doméstico, huevo, uva, papa, jitomate, pollo, material escolar, neumáticos, aceites y grasas vegetales comestibles, así como las salchichas, reportaron una disminución en sus precios. Por otro lado, productos como el aguacate, cebolla, transporte aéreo, plátanos, naranja, vivienda propia, chayote, loncherías, fondas y taquerías, servicios turísticos en paquete y la lechuga experimentaron incrementos de precio.
A pesar del incremento moderado en julio, la inflación en México continúa su tendencia a la baja, acercándose gradualmente a la meta establecida por el Banco de México. La estabilidad de los precios sigue siendo un tema de relevancia en la economía del país.