Triunfo histórico: el América pone fin a su sequía de títulos en una final marcada por la tensión y las emociones desbordadas
La noche del domingo se tiñó de azulcrema en el Estadio Azteca, donde el Club América logró la anhelada victoria que le otorga la tan buscada 14ª estrella en sus vitrinas. El campeonato, que rompe con una prolongada sequía de títulos, se convierte en un bálsamo para sanar heridas del pasado y saldar facturas pendientes, aunque ciertos cuestionamientos surgen en torno a la actuación arbitral, especialmente en la polémica expulsión de Fulgencio, un momento clave que inclinó la balanza a favor de las Águilas durante la Final de vuelta.
A pesar de las expectativas de una final atractiva y espectacular, el enfrentamiento resultó ser más bien una película con pasajes grises, reminiscentes de partidos de la fase regular.
La tensión en la final alcanzó su punto álgido con la tarjeta roja mostrada a Raymundo Fulgencio. Un acto de novatez que desequilibró al equipo y cambió el rumbo del partido en favor de las Águilas. Aunque se esperaba un enfrentamiento vibrante, el juego se vio opacado por momentos grises y la falta de espectacularidad.
A pesar de las críticas y dudas previas sobre su capacidad, André Jardine se erige como el artífice de este triunfo merecido. Líder en la fase regular, poseedores de la mejor ofensiva y defensiva, los azulcremas culminan la temporada con el anhelado campeonato, un trofeo que la directiva y la afición reclamaban con insistencia.
El encuentro estuvo marcado por la tensión, con momentos de advertencia, como la volea desviada de Gignac y las oportunidades de gol para ambos equipos. Sin embargo, la cautela predominó en el segundo tiempo, con ambas escuadras evitando errores que pudieran comprometer sus aspiraciones.
La Roja que Cambió el Rumbo del Partido
La expulsión de Raymundo Fulgencio al minuto 80 resultó ser el punto de quiebre. Julián Quiñones, quien ya había protagonizado el juego, se convirtió en el héroe al abrir el camino hacia el título tan esperado para el americanismo. Con la ventaja numérica, América se preparó para una posible prórroga.
Con el tiempo extra en marcha, Julián Quiñones desató la euforia al marcar el primer gol. Tigres, desmoralizado, vio cómo Nahuel fue expulsado y el campeón se desmoronó. Richard Sánchez y Jonathan Rodríguez sellaron la victoria 2-0, culminando con el ansiado título 14 para las Águilas.
Tigres no pudo reaccionar y se resignó a la derrota, mientras el americanismo celebraba el regreso triunfal de su equipo. Con la copa en alto, el Club América se corona como el más grande, poniendo fin a la ilusión del bicampeonato para Tigres. El éxtasis se apoderó de la afición, marcando el regreso triunfal de las Águilas.