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Renuncia de la jefa del Servicio Secreto de EE. UU. tras intento de asesinato de Donald Trump
Kimberly Cheatle deja su cargo una semana después del fallido atentado contra el expresidente Donald Trump en un mitin en Pennsylvania.
Kimberly Cheatle, la jefa del Servicio Secreto de Estados Unidos, renunció hoy, según informó MSNBC. La dimisión ocurre apenas una semana después del intento de asesinato del líder republicano Donald Trump durante un mitin en Pennsylvania.
Ayer, Cheatle calificó el intento de asesinato del expresidente como el “fallo operativo más significativo” de la agencia en décadas. “El 13 de julio fracasamos”, declaró ante la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes, asumiendo toda la responsabilidad por los errores cometidos por el Servicio Secreto en el ataque a Trump en Pennsylvania.
La cadena NBC adelantó, citando a tres fuentes familiarizadas con el asunto, que la renuncia de Cheatle se produjo tras múltiples llamados de legisladores que exigían su salida. La oposición republicana, en particular, había solicitado su renuncia debido a su responsabilidad en la seguridad de Trump.
Durante el mitin en Butler, Pennsylvania, Trump fue herido de bala en una oreja. El atacante, un joven de 20 años cuyos motivos aún no se conocen, se había situado en un tejado a unos 140 metros del expresidente, fuera del perímetro de seguridad. Testigos habían alertado de su presencia sospechosa dos minutos antes de los disparos. El agresor fue abatido por agentes del Servicio Secreto.
En la audiencia, los republicanos manifestaron su frustración por la negativa de Cheatle a responder la mayoría de sus preguntas, justificando que hay varias investigaciones en curso con las que el Servicio Secreto está colaborando para esclarecer los fallos del operativo.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), del cual depende el Servicio Secreto, anunció el inicio de una investigación independiente por orden del presidente Joe Biden. Esta investigación, que incluirá a miembros de ambos partidos, deberá concluir en un plazo de 45 días. Entre los responsables de la investigación estarán Janet Napolitano, exsecretaria de Seguridad Nacional con Barack Obama, y Frances Townsend, exasesora de Seguridad Nacional de George W. Bush.
La renuncia de Cheatle y la puesta en marcha de esta investigación reflejan la gravedad del incidente y el compromiso del gobierno por esclarecer los hechos y mejorar las medidas de seguridad para evitar futuros fallos operativos.
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