Digital News informa que, durante la Primera Sesión Ordinaria del SIPINNA 2025, adolescentes alzaron la voz con fuerza en Quintana Roo. En su mensaje dejaron claro que están en busca de una vida sin violencia y un medioambiente sano, derechos fundamentales que —denuncian— siguen siendo vulnerados sistemáticamente.
Durante el acto, respaldado por el gobierno estatal, los jóvenes recordaron que vivir sin miedo y en un entorno saludable no es un privilegio, sino una exigencia básica para su desarrollo. Esta postura no solo visibiliza su creciente participación política, sino que revela una realidad profundamente dolorosa para millones.
Adolescentes en busca de una vida sin violencia: ¿una promesa rota?
La frase “adolescentes en busca de una vida sin violencia” se convirtió en el centro del debate en la sesión del SIPINNA. Los jóvenes denunciaron que, a pesar de múltiples políticas públicas, siguen creciendo bajo amenazas, inseguridad y abandono institucional.
El discurso resonó entre los presentes, recordando que el derecho a vivir sin violencia es el fundamento de cualquier Estado democrático. La exigencia de estos adolescentes refleja una frustración acumulada ante los nulos resultados y la simulación de muchas políticas sociales.
Medioambiente y seguridad: la doble demanda urgente
No solo piden protección, también un medioambiente sano. La destrucción ecológica en zonas urbanas y rurales de Quintana Roo está afectando directamente la salud y calidad de vida de las infancias. Esta doble demanda —seguridad física y ambiental— no es un capricho: es supervivencia.
La participación de los adolescentes de Quintana Roo fue contundente: exigen acciones reales, no discursos reciclados. Al plantear una agenda con enfoque ambiental, muestran una conciencia política madura que obliga a las autoridades a actuar con urgencia.
¿Qué sigue para los derechos de adolescentes?
Los adolescentes en busca de una vida sin violencia no quieren quedar fuera de las decisiones que definen su futuro. Exigen políticas con perspectiva de infancia, transparencia en su implementación y espacios seguros de participación.
En los últimos años, organismos como SIPINNA han intentado crear esos espacios, pero el reto está en garantizar que sus propuestas se traduzcan en acciones tangibles. De no ser así, la desafección política de los jóvenes será inevitable.
En 2025, las y los adolescentes dejaron claro que no tolerarán más excusas. Reclaman su derecho a vivir sin miedo y con aire limpio. La pelota ahora está en la cancha del Estado.