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OceanGate suspende operaciones tras implosión del sumergible Titán
El accidente provocó la muerte instantánea de los cinco tripulantes del sumergible, entre ellos Stockton Rush, director general de la empresa.
En un comunicado emitido este jueves, OceanGate, la compañía propietaria del sumergible que sufrió una implosión fatal mientras se dirigía a explorar los restos del Titanic, anunció la suspensión total de sus operaciones.
La empresa con sede en Everett, Washington, era propietaria del sumergible llamado Titán, el cual se cree implosionó el 18 de junio en el Atlántico Norte mientras descendía.
La implosión resultó en la trágica muerte de las cinco personas que se encontraban a bordo, incluyendo a Stockton Rush, piloto del sumergible y director ejecutivo de la compañía.
En el sitio web de la empresa, se informó que todas las operaciones comerciales y de exploración han sido suspendidas hasta nuevo aviso.
Respecto a los rumores sobre la existencia de una grabación de los últimos momentos de los tripulantes del Titán, las autoridades aclararon que se trata de una noticia falsa.
Los investigadores del accidente han señalado que no han difundido ninguna grabación de audio del sumergible Titán de OceanGate momentos antes de su implosión. De hecho, el audio que circula desde 2020 corresponde a una serie ficticia y no tiene relación con el incidente, confirmó el autor a The Associated Press.
Dentro de la empresa, un ex empleado había advertido previamente sobre los riesgos de sufrir “problemas catastróficos” en el sumergible Titán, información que fue ignorada por OceanGate, según reveló un informe de ingeniería.
David Lochridge, director de operaciones marítimas de OceanGate, había escrito al respecto en 2018, mencionando la necesidad de realizar más pruebas en la embarcación y advirtiendo sobre los peligros que podrían enfrentar los pasajeros en profundidades extremas. Estos detalles fueron presentados en una demanda presentada ese mismo año en una corte federal de distrito en Seattle.
OceanGate demandó a Lochridge acusándolo de violar un acuerdo de confidencialidad, mientras que él presentó una contrademanda alegando despido injustificado por plantear preocupaciones de seguridad y pruebas.