La histórica victoria del Paris Saint-Germain (PSG) en la final de la Champions League contra el Inter de Milán desató una ola de violencia sin precedentes en diversas ciudades de Francia. En París.
En los disturbios en Francia por victoria del PSG, la celebración derivó en enfrentamientos callejeros que dejaron como saldo 2 muertos y más de 500 arrestados en las primeras horas tras el pitazo final, según informó el Ministerio del Interior francés. En total, se registraron 192 heridos y 559 detenciones a nivel nacional, de las cuales 491 ocurrieron en la capital, donde se reportaron 254 ingresos a prisión preventiva.
Disturbios ¿Por un mejor trabajo?, ¿Por la salud?, ¿Por mejor trato a las mujeres?.
¡NOOOOO! Son Aficionados del PSG realizado quemas y asaltando tiendas en calles de Paris como parte de las celebraciones por el triunfo en la Champions League. pic.twitter.com/L1ordeYmXM— Gangster (@GANGSTER_RM) June 1, 2025
Impacto de los disturbios
Los Disturbios por la victoria del PSG en la Champions League se extendieron más allá de la ciudad de París. En Lyon y Marsella se documentaron enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, con quema de vehículos y vandalismo en mobiliario urbano. En Dax, al suroeste, un joven de 17 años murió apuñalado durante una riña en una calle céntrica. En París, un automóvil que huía del caos atropelló a una mujer de 23 años en su scooter, causándole la muerte.
Además, se registraron 692 incendios provocados por aficionados, muchos de ellos con bengalas y fuegos artificiales que se convirtieron en armas arrojadizas contra la policía. En la zona de los Campos Elíseos, grupos de encapuchados se aprovechaban del tumulto para saquear tiendas de lujo y estaciones de metro. Se reportaron al menos 200 vehículos calcinados y graves daños en mobiliario urbano, con vidrios rotos en paradas de autobús y marquesinas derribadas.
Reacciones oficiales y medidas de seguridad implementadas
El Presidente Emmanuel Macron condenó enérgicamente los actos de vandalismo, calificándolos como “injustificables” y advirtiendo que quienes participen en desórdenes serán objeto de todo el peso de la ley. La Primera Ministra, Élisabeth Borne, habló de la “urgente necesidad de restaurar el orden” y respaldó el despliegue de más de 5.400 agentes en la región parisina.
El Ministro del Interior calificó a los responsables como grupos organizados y anunció cañones de agua y gases lacrimógenos para contener la violencia. Las autoridades establecieron toques de queda nocturnos en varios arrondissements y restringieron la libre circulación de tranvías y autobuses para evitar desplazamientos masivos. En Grenoble y Lille se registraron m
ovilizaciones de fuerzas especiales del RAID y la GIGN para reforzar la seguridad.
Consecuencias económicas y sociales
El presidente de la patronal francesa Medef, Geoffroy Roux de Bézieux, advirtió que los daños materiales ascienden a más de mil millones de euros. Más de 200 comercios fueron saqueados y 300 bancos dañados; en varios casos, las cajas registradoras fueron retiradas antes de incendiar los locales. El turismo en París fue afectado por videos virales de incendios y choques con la policía, causando temor entre los visitantes internacionales.
Paris se volvió un completo caos, atropellamietos, violencia en las calles, saqueos a tiendas, vandalismo en todas las ciudad, heridos, muertos en fin un sociedad cavernicola en la ciudad luz. pic.twitter.com/5jkajb0gMQ
— Jacobo Solano Cerchiaro (@JACOBOSOLANOC) June 1, 2025
Organizaciones civiles lanzaron un llamado a la calma y urgieron a los jóvenes a no confundir la pasión futbolística con la violencia. Líderes comunitarios y representantes vecinales enfatizaron reconectar a la juventud con actividades culturales y deportivas, evitando que opten por acciones vandálicas en las calles públicas. Además, se anunció que los recursos para reparar el mobiliario urbano y reabrir las escuelas afectadas se priorizarán en el próximo presupuesto local.
Los disturbios en Francia tras la victoria del PSG evidencian la magnitud de los hechos y urgencia de un debate sobre celebrar triunfos deportivos responsablemente. Resulta imperativo mantener vivo el espíritu festivo, pero sin permitir que 2 muertos y más de 500 arrestados sean el saldo de una victoria deportiva. Solo así se podrá garantizar que futuros festejos no se tornen en un reflejo de la violencia urbana que tanto daño causa al tejido social.