La Afición de los Tigres: historias y tradiciones locales destaca por su fervor en Cancún, donde los seguidores del equipo de béisbol han creado rituales emblemáticos que trascienden el deporte. Desde cánticos colectivos hasta comidas clásicas, su afición es un reflejo de identidad regional y orgullo deportivo.
Cánticos y rugidos de identidad local
La Afición de los Tigres: historias y tradiciones locales se expresa en los estruendosos cánticos que comienzan desde antes del lanzamiento inicial. Entre las más populares está el coro “¡Tigres, Tigres!”, que retumba en cada entrada. Este ritual congrega a familias, amigos y turistas, creando un ambiente único que define la experiencia de juego en Cancún.
Tradición gastronómica: comida y bebida felina
Ir a un juego no es solo ver béisbol, es vivir la experiencia completa. Los fans disfrutan de tacos de cochinita, elotes preparados y cervezas artesanales a precios accesibles, todo acompañado del aliento constante a su equipo. Esta tradición culinaria se ha convertido en un pilar de la afición, reforzando la comunidad entre los asistentes al estadio.
De capital a Cancún: raíces profundas
Originarios de la Ciudad de México en 1955 y con 12 títulos en la Liga Mexicana, los Tigres migraron en 2007 a Cancún, llevándose consigo una afición fiel que siguió al equipo tras su mudanza. Desde entonces, la hinchada local se ha fortalecido, aprovechando la historia campeona que ya poseían.
La “Guerra Civil” con los Diablos Rojos
La rivalidad entre Tigres y Diablos Rojos se mantiene vigente en Cancún. Aunque la sede cambió, los enfrentamientos entre estas dos novenas conservan la intensidad y relevancia histórica, renovando el espíritu combativo de los fanáticos y consolidando una tradición de lealtad y pasión felina.
Remodelación que refuerza la conexión
Desde su ampliación en 2024, el Estadio Beto Ávila pasó a albergar hasta 20 000 aficionados, convirtiéndose en un punto de encuentro para familias y seguidores fieles. Con zonas inclusivas, suites y servicios mejorados, la afición disfruta de una instalación moderna que impulsa aún más sus rituales y costumbres.
Ambiente familiar y comunitario
Los partidos se han transformado en eventos sociales que refuerzan la identidad local: desde picnics en las gradas hasta actividades para niños con la mascota, Chacho. Cada juego es una fiesta, donde la hinchada transmite la cultura caribeña a generaciones y visitantes por igual.