Quintana Roo
Crisis hipotecaria en Quintana Roo
Una problemática que amenaza el patrimonio de los trabajadores
La mitad de los trabajadores en Quintana Roo enfrenta un grave problema: la imposibilidad de pagar los créditos hipotecarios de sus viviendas. Esta situación crítica ha llevado a muchos de ellos a recurrir a financieras y prestamistas, sumergiéndolos en una espiral de deudas que casi los lleva a la quiebra y pone en peligro su patrimonio.
Según datos proporcionados por la plataforma de créditos hipotecarios Yave.mx, el 52% de los residentes de Quintana Roo que están en proceso de pagar sus hipotecas, tienen pagos atrasados que se acumulan durante meses e incluso años.
Para evitar la pérdida de sus viviendas, la mayoría de estos deudores ha optado por contraer nuevas deudas con bancos, cajas populares y prestamistas privados. Esta situación ha incrementado significativamente los intereses de sus compromisos financieros, al punto de absorber hasta el 70% de sus salarios.
“Sabemos que, por ley, un banco o institución como el Infonavit sólo puede ofrecer un crédito hipotecario que no comprometa la mayor parte de tus ingresos”, explica Jorge Santos González, asesor inmobiliario. “Pero cuando solicitas un préstamo para pagar una mensualidad atrasada de tu hipoteca, estás duplicando el compromiso de tu sueldo”.
El asesor experto en la recuperación de la estabilidad financiera de los usuarios, explica que el siguiente mes, la deuda de la casa se acumula junto con el préstamo reciente.
“Entonces, hacen otro préstamo para cubrir las dos primeras deudas, y así sucesivamente, creando una bola de nieve financiera que eventualmente los sobrepasa. Este es el problema que enfrentan miles de familias, poniendo en peligro su patrimonio”, señala.
Para enfrentar esta situación, Santos González recomienda que los deudores realicen un convenio de pago con su entidad hipotecaria, una opción más viable y menos utilizada.
“Las instituciones pueden ofrecer opciones para modificar el crédito, como el refinanciamiento, o extender el plazo del préstamo, reduciendo el monto de pago mensual. Incluso pueden considerar vender su propiedad, liquidando la deuda pendiente y evitando así consecuencias legales. Podrían optar por una vivienda más económica, quizá con menos ventajas, pero más acorde a su capacidad económica”, concluye.
La crisis hipotecaria en Quintana Roo refleja una problemática estructural que necesita soluciones urgentes y responsables, tanto de las instituciones financieras como de los propios deudores, para evitar que más familias pierdan su patrimonio y estabilidad económica.
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