La industria de la construcción en el estado vive una severa contracción. Según datos recientes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), más de 1,200 empleos se han perdido tan solo en lo que va del año, mientras que cerca del 12% de las empresas afiliadas —unas 60— han tenido que cerrar por la falta de proyectos. Esta situación plantea una gran preocupación en torno a la estabilidad de las constructoras de Quintana Roo, tanto por su impacto económico como social.
Impacto de la economía global y nacional
Uno de los principales factores que ha llevado a la actual crisis es la caída en la inversión tanto pública como privada. El alza en los precios de insumos como el acero y el cobre, derivada de tensiones comerciales globales, ha encarecido los costos de operación para las constructoras de Quintana Roo, haciendo inviables muchos proyectos. Esto ha derivado en una parálisis parcial del sector.
Caída sostenida del valor en la construcción
Durante los últimos cuatro meses, el estado ha reportado caídas consecutivas en el valor económico de su industria constructora, acumulando una reducción del 17% en comparación con el año anterior. Este desplome se refleja directamente en el cierre de empresas pequeñas y medianas, quienes forman más del 90% de la CMIC en el estado.
El paquete de 1,100 domos escolares
A pesar del panorama negativo, el Gobierno del Estado ha anunciado la construcción de 1,100 domos en escuelas públicas, una iniciativa que podría representar un respiro para el sector. Esta obra, si es asignada correctamente a constructoras locales, podría ayudar a mitigar el desempleo y dinamizar sectores relacionados como transporte, materiales y mano de obra.
Llamado a priorizar a las Pymes locales
El presidente estatal de la CMIC, Ulises Morales, hizo un llamado a las autoridades a dar preferencia en las licitaciones a las pequeñas y medianas constructoras de Quintana Roo. Estas empresas, además de sostener a miles de familias, generan un efecto multiplicador en la economía local y ayudan a mantener el tejido empresarial del estado.
Reconstruir la confianza y la inversión
Frente al difícil escenario que viven las constructoras de Quintana Roo, resulta urgente tomar medidas concretas para incentivar la inversión y dinamizar el mercado. Desde políticas públicas más inclusivas hasta estrategias que permitan a las Pymes participar en proyectos de infraestructura, el futuro de esta industria dependerá de la capacidad de adaptación y colaboración entre gobierno, sector privado y sociedad.