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Quintana Roo

Aumentan los encuentros entre jaguares y zonas urbanas en Quintana Roo, con consecuencias fatales

En lo que va del año, las autoridades han registrado un preocupante incremento en la presencia de jaguares en áreas urbanas de Quintana Roo, con 28 intervenciones en total.

Mario Buil, presidente del Comité de Vigilancia, Protección y Conservación del Jaguar en el municipio de Solidaridad, reveló esta preocupante situación. Señaló que la zona más conflictiva es el tramo Cancún-Tulum de la carretera federal 307, donde se han registrado la mayoría de las muertes de felinos.

A pesar de las señaléticas ubicadas 800 metros antes que indican los pasos de fauna y solicitan a los conductores reducir la velocidad, muchos ignoran estas advertencias.

Entre los desafíos a los que se enfrentan estos felinos, el más difícil es la expansión de las áreas urbanas y las carreteras, lo que ha resultado en atropellamientos y la incursión de jaguares en zonas habitadas e incluso en hoteles, generando riesgos para la especie.

Buil destacó que este año se llevará a cabo el tercer censo de conservación de jaguares en México. Actualmente, se estima que hay 4,800 jaguares en el país, lo cual representa un aumento del 20% en comparación con el último monitoreo.

En cuanto al impacto del proyecto del Tren Maya, Buil señaló que si bien habrá cambios en la ruta, también se implementarán pasos de fauna a lo largo del perímetro como medida de contención. En los tramos a nivel del terreno se instalarán mallas para guiar a los jaguares hacia los pasos de fauna, evitando que se adentren en las áreas de influencia del tren y minimizando los riesgos para la especie.

El presidente del comité también mencionó la caza furtiva como otro problema que enfrentan los jaguares, especialmente en el sur del estado, aunque ha disminuido en comparación con años anteriores.

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En relación a otras especies amenazadas por las actividades humanas, Buil destacó que es común atender casos de aves, como pericos de copete blanco, así como monos y pumas que llegan heridos. Una vez atendidos y rehabilitados, estos animales son reintroducidos en su hábitat como parte de los esfuerzos de conservación de las especies.

Estas situaciones resaltan la necesidad de tomar medidas para proteger a los jaguares y otras especies en riesgo, promoviendo la coexistencia pacífica entre los seres humanos y la vida silvestre en Quintana Roo.

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