Caos y abusos en la renta de vivienda en Quintana Roo

Problemas de pago, falta de contratos y abusos en las rentas afectan al 60% de la población, quienes ante el elevado costo de viviendas, optan por alquilar pese a los desafíos.

Un reciente informe de la plataforma Hofix, especializada en protecciones de alquiler, revela la magnitud del problema en el mercado de rentas en Quintana Roo. Tres de cada diez inquilinos en esta región son catalogados como “problemáticos”, pues a menudo retrasan sus pagos durante varios meses y, en algunos casos, provocan daños en las propiedades. Sin embargo, los arrendadores tampoco están exentos de fallas: el 70% de ellos incurren en irregularidades, como retener de forma indebida el depósito o rentar sin contrato.

Las cifras más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalan que el 60% de los habitantes de Quintana Roo no poseen una vivienda propia y, por tanto, deben rentar. Esta cifra supera el promedio nacional, que se sitúa en un 47%, y se atribuye a dos razones principales. En primer lugar, el alto costo de las viviendas en la región, donde la propiedad más económica supera los 980 mil pesos. En segundo lugar, muchos trabajadores no califican para un crédito hipotecario suficiente, ya que el Infonavit otorga, en promedio, créditos de 550 mil pesos, insuficientes para cubrir el costo de una vivienda en el estado. Además, el 67% de los trabajadores cotizan con el salario mínimo, limitando aún más su acceso a crédito.

La falta de opciones de compra ha incrementado la demanda de rentas, pero también las disputas entre arrendadores e inquilinos. Alfaro García Tun, abogado especializado en desalojo y recuperación de inmuebles en Playa del Carmen, asegura que cada año aumentan los juicios contra inquilinos que, pese a deber varios meses de renta, se rehúsan a desocupar las propiedades. “Antes teníamos de tres a cinco casos al mes, ahora recibimos alrededor de diez a la semana. Los desalojos pueden tardar cinco meses cuando el contrato está en orden, pero, lamentablemente, los inquilinos suelen dejar daños en la propiedad como represalia”, comenta el abogado.

La carencia de contratos de arrendamiento es un problema significativo en la región, pues alrededor del 74% de las propiedades en renta en Quintana Roo no cuentan con este documento. Según Hofix, muchos propietarios evitan formalizar los contratos debido a los costos asociados, además de los impuestos que deberían pagar al oficializar el arrendamiento. Esta situación deja una puerta abierta a irregularidades y abusos, como el aumento injustificado de la renta para presionar a los inquilinos a dejar la vivienda o la retención indebida del depósito, aunque no existan daños en la propiedad que lo justifiquen.

“Con un contexto económico tan complejo, no sorprende que muchos habitantes de Quintana Roo deban recurrir a la renta. Sin embargo, las malas prácticas y la falta de cumplimiento en el pago de la renta se han convertido en obstáculos para la rentabilidad de este negocio”, expresa García Tun. El abogado también menciona que los procesos de desalojo suelen ser largos y costosos, aunque generalmente se resuelven a favor del arrendador.

A medida que el mercado de rentas continúa en crecimiento en Quintana Roo, el panorama se complica por la falta de regulación y los múltiples conflictos entre arrendadores e inquilinos. Sin medidas que promuevan contratos formales y protejan los derechos de ambas partes, las disputas en el sector seguirán aumentando, impactando a una población que ya enfrenta serias dificultades para acceder a una vivienda propia.