El CB, Maxwell Hairston, seleccionado en la primera ronda del Draft 2025 por los Buffalo Bills, ha sido demandado por presunta agresión sexual, un hecho que ha generado una ola de críticas hacia la franquicia y hacia la NFL por la gestión ética de este tipo de situaciones. El caso se remonta al año 2021, cuando el jugador estudiaba en la Universidad de Kentucky.
Detalles del caso: lo que se sabe hasta ahora
La demanda civil presentada en una corte de Estados Unidos señala que Hairston habría mantenido contacto sexual no consentido con una compañera universitaria dentro de su dormitorio. La presunta víctima denunció el hecho ante la policía y posteriormente se transfirió a otra institución educativa. Sin embargo, hasta el momento, Hairston no ha sido acusado penalmente.
Esta situación ha puesto a los Bills en una posición comprometida, especialmente por tratarse de un pick de primera ronda en el Draft. En su defensa, el gerente general Brandon Beane declaró que investigaron a fondo antes de tomar la decisión: “Es un chico impecable. Investigamos a fondo… La universidad lo investigó

también y no encontramos información concluyente que indicara que esto realmente había sucedido”.
El impacto en la imagen pública y deportiva del CB
La frase “El CB, Maxwell Hairston, seleccionado en 1ra Ronda del Draft por los Buffalo Bills, está siendo demandado por agresión sexual” ha acaparado los titulares y generado un profundo debate en redes sociales. Aunque la liga no ha emitido sanción alguna, la presión mediática y del público es cada vez mayor.
Los expertos en derecho deportivo han señalado que, aunque la NFL no puede intervenir legalmente hasta que haya resolución judicial, el simple hecho de que Hairston esté envuelto en una acusación de esta magnitud podría poner en riesgo su carrera, al menos en el corto plazo. A su vez, analistas deportivos opinan que, si bien el joven CB tiene talento y proyección, el ruido externo puede interferir en su adaptación profesional.
¿Qué piensa la afición? Reacciones divididas
La afición de los Buffalo Bills ha manifestado opiniones divididas. Mientras algunos defienden la presunción de inocencia del jugador, otros exigen medidas más estrictas por parte de la franquicia, como apartarlo temporalmente del equipo o incluso dejarlo fuera del roster si se confirma la veracidad de los hechos.
En foros y redes sociales como X (antes Twitter), se ha viralizado el debate: “¿Debe un equipo apostar por un jugador envuelto en una demanda de esta naturaleza?”, escriben muchos fanáticos. La ética deportiva se entrelaza con los intereses competitivos de una liga como la NFL, donde el rendimiento muchas veces pesa más que la conducta personal.
Implicaciones para los Buffalo Bills y la NFL
Este incidente se suma a una serie de controversias similares en años recientes que han cuestionado los protocolos internos de la liga y de sus equipos. La NFL, bajo el escrutinio de la opinión pública, podría verse obligada a revisar sus políticas de control ético durante el Draft, especialmente en lo que refiere a investigaciones universitarias no concluyentes.
Si bien Hairston aún no ha respondido públicamente a la demanda, y su defensa se sostiene en la falta de pruebas penales, el escándalo podría afectar su desempeño en el campo y su relación con el cuerpo técnico, fanáticos y patrocinadores. Es probable que este caso evolucione conforme se presenten más detalles, y que el desenlace tenga repercusiones tanto legales como deportivas.
¿Qué sigue para Hairston y los Bills?
Por ahora, Hairston se mantiene activo en las actividades del equipo y ha contado con el respaldo institucional de los Bills. No obstante, cualquier avance en el caso podría alterar por completo su situación contractual y profesional. Lo que está claro es que la historia apenas comienza y que tanto la franquicia como la NFL deberán actuar con responsabilidad si quieren mantener la credibilidad frente a la afición y al entorno social.
Para seguir las novedades sobre este tema visita nuestra sección de deportes.