Según recientes documentos, la nfl instigó a los propietarios en una reunión de 2022 a restringir el dinero garantizado en los contratos de jugadores veteranos, una estrategia que desató críticas y dudas sobre la equidad en la negociación.
Contexto y antecedentes de la controversia NFL

Un árbitro dictaminó que, aunque no hubo colusión formal, sí se confirmó que la liga alentó a los dueños a reducir garantías tras el contrato récord de Deshaun Watson. Esto encendió un debate sobre si la nfl asumió roles indebidos en las negociaciones contractuales.
Detalles del dictamen arbitral
El juez Christopher Droney reconoció que existieron correos y diapositivas que mostraban la intención de la liga, pero no pruebas suficientes de colusión. Sin embargo, la presión para limitar el dinero garantizado fue clara, y se hizo justificada por la preocupación del impacto salarial en los equipos.
Reacciones de jugadores y sindicatos
La NFLPA expresó su rechazo, argumentando que la intervención afectó la capacidad de los jugadores para asegurar beneficios plenos. Aunque los quarterback como Russell Wilson, Lamar Jackson y Kyler Murray no obtuvieron contratos totalmente garantizados, sí lograron cifras significativas garantizadas tras presionar colectivamente.
Impacto en contratos recientes
Equipos como los Texans, Bengals y 49ers han mostrado cautela. La inclusión de cláusulas específicas complicó las negociaciones. Aunque ahora se garantiza más dinero en bonos y salario, el precedente dejó claro que la nfl influye directamente en la estructura financiera de los contratos.
¿Qué piensa la población al respecto?
La opinión pública está dividida. Algunos fans consideran que limitar garantías protege la estabilidad financiera de los equipos y mantiene competitividad. Otros creen que perjudica los derechos de los jugadores. Las estadísticas muestran un aumento moderado del dinero garantizado, pero persisten tensiones

entre gestión y profesiones.
Análisis final y cifras clave
La estrategia de la nfl refleja un equilibrio complicado: busca proteger el tope salarial —que en 2025 supera los 279 MUSD— sin socavar los derechos de los jugadores. Aunque el dictamen no sancionó ni anuló ningún contrato, dejó en evidencia que la liga puede y quiere influir en la estructura financiera del deporte.
En última instancia, la nfl instigó a equipos a limitar dinero garantizado en contratos, marcando una línea clara: la liga prioriza su poder económico y la sostenibilidad salarial, pero enfrenta resistencia de los jugadores y críticas de la opinión pública sobre la equidad en las negociaciones.
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