Este miércoles, un sismo de magnitud 6.2 sacudió Estambul y varias provincias del noroeste de Turquía, generando pánico entre la población. El epicentro se localizó en el mar de Mármara, frente a la costa de Silivri, a una profundidad de 6.9 km.

Epicentro y características del sismo
El terremoto ocurrió a las 12:49 hora local, con epicentro en el mar de Mármara, aproximadamente a 40 km al suroeste de Estambul. La profundidad del sismo fue de 10 km, y fue seguido por más de 50 réplicas, siendo la más fuerte de magnitud 5.9.
Heridos y respuesta de las autoridades
Aunque no se reportaron víctimas mortales ni daños estructurales significativos, al menos 151 personas resultaron heridas, principalmente por saltar desde ventanas y balcones debido al pánico. El presidente Recep Tayyip Erdoğan aseguró que no hay fallecidos confirmados hasta el momento.
Las autoridades, incluida la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) y el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, iniciaron inspecciones de campo en las zonas afectadas. Se cerraron las escuelas por dos días y se habilitaron sus patios como refugios temporales.
Impacto en la infraestructura y medidas preventivas
Las infraestructuras clave, como redes ferroviarias, carreteras y aeropuertos, no sufrieron daños, aunque las redes de telefonía fallaron inicialmente. En el distrito histórico de Fatih, un edificio abandonado colapsó.
El sismo reavivó el temor a un eventual “Gran Terremoto” en Estambul, una ciudad con más de 16 millones de habitantes y una alta vulnerabilidad sísmica. Se estima que hasta 600,000 edificios en Estambul podrían ser inseguros ante un sismo de gran magnitud, pero el alto costo de la vivienda y las reformas frena el avance de las inspecciones y renovaciones necesarias.
El sismo de magnitud 6.2 que sacudió Estambul el 23 de abril de 2025 causó más de 151 heridos y generó pánico entre la población. Aunque no se reportaron víctimas mortales ni daños estructurales significativos, el evento resalta la necesidad de continuar con los esfuerzos de preparación y fortalecimiento de la infraestructura ante futuros sismos.