El mundo entero vuelve la mirada al Vaticano. Con el fallecimiento del Papa Francisco, muchas preguntas surgen sobre el futuro de la Iglesia Católica. Pero hay una que destaca por encima del resto: ¿cómo se elige al nuevo Papa tras la muerte de Francisco? Aunque es un proceso antiguo, pocas personas conocen realmente los pasos, tradiciones y criterios que rigen esta trascendental decisión. En esta nota te explicamos, paso a paso, cómo se elige al nuevo líder de más de 1,300 millones de católicos en el mundo.
El inicio del proceso: sede vacante y luto papal
Tras la muerte del Papa, comienza un período conocido como sede vacante, durante el cual el trono de San Pedro queda vacante. En este tiempo, el Vaticano entra en un luto oficial que dura entre 9 y 13 días, conocido como novemdiales. Durante este lapso, no se toman decisiones trascendentales y se organiza el cónclave, el evento clave donde se elige al sucesor.
¿Dónde se hace la elección del nuevo Papa?
El cónclave se lleva a cabo en la Capilla Sixtina, dentro del Vaticano. Este lugar es cerrado herméticamente, sin acceso a comunicaciones externas, para garantizar que el proceso sea totalmente secreto. Los cardenales electores juran guardar confidencialidad absoluta sobre todo lo que ocurra durante la elección.
¿Quiénes pueden votar?
Solo los cardenales menores de 80 años tienen derecho a participar en la elección. Actualmente, existen aproximadamente 120 cardenales electores. Estos hombres de distintas nacionalidades se reúnen bajo estrictas normas de aislamiento, sin acceso a medios ni a comunicación externa.
Candidatos al papado: ¿hay favoritos?
Aunque no existe una lista oficial de candidatos al papado, algunos nombres suelen resonar con fuerza entre los vaticanistas y medios especializados. Figuras como el cardenal Pietro Parolin (Italia), el cardenal Luis Antonio Tagle (Filipinas) o el cardenal Matteo Zuppi (Italia) se mencionan como posibles sucesores, aunque cualquier cardenal elector (y en teoría, cualquier varón bautizado) puede ser elegido Papa.
El ritual de elección: tradición y misticismo
El proceso de votación se realiza en secreto. Cada cardenal escribe el nombre de su elegido en una papeleta, que luego deposita en una urna sobre el altar de la Capilla Sixtina. Se necesitan al menos dos tercios de los votos para que un candidato sea electo Papa. Si ningún cardenal obtiene esa mayoría, se realizan hasta cuatro votaciones por día (dos por la mañana y dos por la tarde).
Al final de cada sesión, las papeletas se queman. Si no hay elección, se añade una sustancia química que genera humo negro, símbolo de que aún no hay Papa. Cuando finalmente se alcanza el consenso, el humo es blanco, señal que anuncia al mundo: Habemus Papam.
¿Qué sucede después de la elección?
Una vez elegido, se le pregunta al nuevo Papa si acepta el cargo. Si responde afirmativamente, elige su nuevo nombre papal. Luego, el cardenal protodiácono lo presenta al mundo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro con la tradicional frase: “Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam”.
¿Cómo se elige al nuevo Papa tras la muerte de Francisco? No es solo una cuestión de votos, sino un ritual cargado de simbolismo, tradición y peso histórico. Es un momento que no solo marca el futuro de la Iglesia, sino también el rumbo espiritual de millones de creyentes.