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Viceprimera ministra de Canadá dimite por diferencias con Justin Trudeau.
La viceprimera ministra y ministra de Finanzas abandona el gobierno canadiense por desacuerdos estratégicos ante la amenaza de aranceles por parte de Donald Trump.
La viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland, presentó este lunes su renuncia al gobierno en medio de una creciente discrepancia con el primer ministro Justin Trudeau sobre cómo afrontar la amenaza planteada por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a los productos canadienses.
En una carta publicada en la red social X, Freeland explicó su decisión y destacó las diferencias de opinión con Trudeau sobre la mejor estrategia para enfrentar este desafío económico. “Discrepamos sobre el mejor camino a seguir para Canadá”, afirmó la exministra, calificando la situación como un “gran desafío” para el país.
La renuncia de Freeland, de 56 años, se da en un momento crucial, ya que estaba programado que presentara ante el Parlamento la actualización económica de otoño. Este informe se esperaba que revelara un déficit presupuestario mayor al previsto para el periodo 2023/2024, lo que habría reflejado una situación fiscal complicada para el gobierno liberal, que actualmente está en minoría.
Freeland, quien asumió el cargo de ministra de Finanzas en agosto de 2020, fue una figura clave en el gabinete de Trudeau y su salida deja al primer ministro sin una de sus aliadas más importantes, especialmente en un contexto político difícil marcado por encuestas que pronostican una derrota significativa para su partido en las próximas elecciones.
En su carta, Freeland señaló que las recientes tensiones con la administración de Trump representan una seria amenaza para la economía canadiense, subrayando la necesidad de una postura fiscal cautelosa para prepararse ante una posible “guerra arancelaria”. “Eso significa mantener nuestra pólvora fiscal seca hoy, para que tengamos las reservas que podamos necesitar”, escribió, advirtiendo además contra lo que denominó “trucos políticos costosos” que Canadá no puede permitirse.
Por otro lado, los medios de comunicación han reportado que la disputa entre Freeland y Trudeau se intensificó en las últimas semanas debido a propuestas gubernamentales relacionadas con exenciones fiscales temporales y medidas de gasto que, según Freeland, no eran sostenibles dadas las circunstancias actuales.
Hasta el momento, la oficina del primer ministro no ha emitido un comentario oficial sobre la dimisión de Freeland ni sobre los desacuerdos internos que llevaron a su salida. Su renuncia marca un momento de incertidumbre para el gobierno de Trudeau, que ahora enfrenta mayores desafíos tanto en el ámbito económico como político mientras intenta mantener la confianza del electorado en un entorno cada vez más complejo.
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